Análisis de L.A. Noire

Una historia con desenlace abierto; un juego fantástico y una jugabilidad pasmosa. L.A. Noire está ambientado Los Ángeles, a finales de la década de los 40, donde los crímenes, la corrupción y las drogas son la tónica predominante de esos días. En la piel de un detective novato, resolveremos crímenes y misiones, formaremos partes de tiroteos y fragmentos de acción, buscaremos pistas, encontraremos respuestas, interrogaremos a sospechosos… En L.A. Noire hay una infinidad de cosas para hacer. Y tú, ¿estás listo? ¡Sigue leyendo para ver cómo va la cosa!
 
Rockstar Games (una de mis compañías favoritas, sí, Rockstar, la que trajo a consolas “Grand Theft Auto”, y revolucionó las consolas de próxima generación con “Red Dead Redemption”, que próximamente será analizado), junto con Team Bondi (creadores de “The Getaway”, para PS2), nos traen una compleja aventura de acción muy detectivesca. L.A. Noire es, justamente, una aventura de detectives que mezcla acción, un argumento espeluznante y dramático, y una jugabilidad absolutamente fiel y pasmosa. Es uno de esos juegos que realmente vale la pena jugar, sin importar condición, sexo, ni género favorito. L.A. Noire presenta un mundo abierto al estilo sandbox, ubicado en los años 50, en una ciudad sumergida en las drogas y la violencia.

Encarnaremos a Cole Phelps, un policía recientemente ascendido, en el cual, enfundados con nuestro respectivo traje, debemos ir resolviendo pequeños casos, a modo de tutorial, que nos servirán para familiarizarnos con el sistema de juego, y además, entender, de a poquito, el oscuro pasado del protagonista, y su personalidad. Desde un diferente punto de vista a lo que nos tenía acostumbrados Rockstar (ahora estamos del lado de la ley), podremos ver de lo que los humanos somos capaces y los errores que muchos de nosotros cometemos, a través de 21 episodios o casos, que contarán diferentes historias.